Permeabilidad Intestinal: ¿Qué es y cómo la curo?

Todo lo que necesitas saber sobre esta condición, cómo afecta a tu salud y qué puedes hacer para tratarla.
Permeabilidad intestinal

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¿Qué es la permeabilidad intestinal?

Antes de hablar de la permeabilidad intestinal tenemos que aclarar cómo funciona el aparato digestivo, especialmente el intestino delgado. Como ya sabrás, el intestino delgado es la parte del aparato digestivo que se encarga, sobre todo, de la absorción de nutrientes de la comida, una vez esta ya se ha digerido (roto en trocitos pequeños que se pueden absorber) en partes previas del aparato digestivo. La pared del intestino es de hecho bastante compleja y se compone básicamente de:

  • Una capa de moco que protege a las células y alberga bacterias comensales (ayudan en la digestión e inmunidad) y enzimas digestivas, entre otros.
  • Una capa de células (enterocitos) encargadas de absorber los nutrientes
  • Varias capas que albergan el sistema inmune, vasos capilares, una gran red neuronal y tejido muscular.

Para poder absorber sólo los nutrientes, sin que se cuelen cosas que no nos interesen (bacterias, toxinas, alimentos sin digerir …), los enterocitos o células del intestino están muy pegados unos a otros mediante uniones intercelulares (unas proteínas especiales), evitando que entren patógenos y moléculas demasiado grandes y pasen al torrente sanguíneo. Por el contrario, los nutrientes sí que nos interesa que puedan pasar del intestino al torrente sanguíneo, y lo hacen a través canales y puertas en las células o a través de poros pequeñitos en los espacios entre ellas. Aunque pueda parecerlo, esta barrera no es estática, y el control de qué pasa y que no resulta de la interacción entre la microbiota, las células/enterocitos, el sistema inmunitario y el sistema nervioso.

La permeabilidad intestinal se caracteriza por la afectación de estas uniones entre células del intestino (enterocitos), permitiendo que éstas se separen y puedan pasar sustancias indeseables a las capas profundas del intestino o incluso al torrente sanguíneo, provocando distintos síntomas en las personas afectadas. Cuando esto ocurre, tu cuerpo se encuentra de repente expuesto a moléculas extrañas para él, lo que hace que se active el sistema inmunitario para protegerte frente a estos intrusos, provocando un estado de inflamación en tu cuerpo. A su vez, estas reacciones inflamatorias pueden amplificar la disfunción de la barrera intestinal y empeorar o perpetuar el estado inflamatorio.

La alteración de la barrera intestinal se ha asociado al desarrollo de enfermedades digestivas como la celiaquía, enfermedad inflamatoria intestinal o síndrome de intestino irritable, así como a otras patologías extradigestivas como la esquizofrenia, la diabetes o la sepsis, entre otras. Si bien la permeabilidad o hiperpermeabilidad intestinal es una condición real muy relacionada con otras patologías, la existencia del “Síndrome de intestino permeable” como tal no ha sido demostrada.

¿Qué causa la permeabilidad intestinal?

Como hemos comentado, la permeabilidad intestinal no es estática, variando en función de numerosos factores. En condiciones normales, el aumento en la permeabilidad es insuficiente para causar enfermedad intestinal ya que la barrera puede restablecerse una vez ha cesado el estímulo que la ha provocado. Pero en algunos casos, esta capacidad de autorregulación se pierde, provocando un estado de permeabilidad aumentada constante, derivando en inflamación intestinal crónica. Aún se desconocen muchas cosas acerca de esta condición, pero hay ciertos factores que podrían estar relacionados con la aparición de la permeabilidad intestinal.

  • Alteración en la microbiota (disbiosis) – La flora intestinal es un componente esencial de la barrera intestinal, influyendo en su metabolismo, proliferación y mantenimiento, limitando además la proliferación de bacterias patógenas e influyendo en la respuesta inflamatoria. Un exceso de bacterias patógenas es una de las posibles causas de permeabilidad intestinal, provocando la degradación de la misma y aumentando la inflamación local.
  • Patologías digestivas – Patologías propias de la pared intestinal como la enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome de intestino irritable… se caracterizan por presentar una alteración en las proteínas que conforman las uniones entre células, haciendo que éstas no se encuentren tan bien unidas como debieran.
  • Estrés – Debido a la importante conexión entre el intestino y el sistema nervioso central (eje cerebro-intestino), el aparato digestivo es uno de los primeros órganos en sufrir las consecuencias del estrés. Y es que el estrés provoca una reacción de “activación y huida” mediante el aumento de hormonas como el cortisol o las catecolaminas, que provocan que el proceso digestivo se paralice y priorice procesos que nos ayuden a sobrevivir el peligro que nos acecha (no estamos para digerir la comida ahora ni reparar el moco intestinal, ¡nos persigue el de hacienda!). Además, el estrés provoca directamente que las células se separen entre ellas y alteran la composición de la microbiota. Puedes imaginar qué repercusiones nefastas puede tener el estrés crónico diario, y más aún en ciertas personas que son especialmente sensibles a estas respuestas.
  • Ciertos fármacos – Algunos fármacos como los antiinflamatorios no esteroideos (aspirina, ibuprofeno…) tienen como efecto secundario causar permeabilidad intestinal, si bien bajo un uso crónico excesivo.
  • La dieta (y el alcohol) – La dieta tiene un papel muy importante en la salud digestiva. Esto es así porque, por ejemplo, una dieta rica en azúcares, grasas no saludables y poca fibra puede potenciar la disbiosis intestinal. Por otro lado, si comes alimentos a los cuales eres alérgic@ o sensible puedes provocar irritación e inflamación en el intestino, con su aumento en la permeabilidad intestinal asociada. En algunos casos hay ciertos componentes de nuestra dieta que aumentan la permeabilidad como es el gluten, si bien es sólo en personas sensibles donde genera un problema, como hemos dicho. El alcohol también se ha visto que aumenta la permeabilidad intestinal.

¿Qué síntomas tiene la permeabilidad intestinal?

La permeabilidad intestinal presenta un cuadro clínico muy inespecífico. Aun así, hay numerosas condiciones asociadas con un aumento en la permeabilidad intestinal como son

  • Úlceras
  • Diarrea
  • Cefalea
  • Cansancio
  • Hinchazón abdominal
  • Intolerancias alimentarias
  • Alergias
  • Dificultad para bajar de peso
  • Dolor articular
  • Enfermedades digestivas como enfermedad celíaca, síndrome de intestino irritable y enfermedad inflamatoria intestinal
  • Síndrome metabólico
  • Desórdenes neurológicos (autismo, TDAH, depresión…)

Diagnóstico de la permeabilidad intestinal

Hay dos tests principales:

  • Test de lactulosa-manitol – Consiste en ingerir una solución con la mezcla de dos moléculas no metabolizables y medir sus niveles en orina unas horas después. La lactulosa tiene un gran tamaño y no puede pasar la barrera intestinal, mientras que el manitol sí, con lo que si detectamos lactulosa sugiere un aumento en la permeabilidad intestinal.
  • Test de la zonulina
    • Niveles de zonulina en sangre – No es una buena opción por su gran variabilidad y poca correlación con el test anterior. La zonulina se encuentra en todas las mucosas (incluido en pulmón) con lo que no es específica de la barrera intestinal (puede subir por asma, por ejemplo). Además, las mediciones mediante ELISA en este caso no son fiables.
    • Niveles de zonulina en heces – Más útil que en sangre, en especial en niños.

¿Merece la pena comprobar si tengo permeabilidad intestinal?

En mi opinión no, ya que estamos midiendo el síntoma (permeabilidad intestinal) más que la causa (disbiosis, estrés, mala dieta…). Si presentas intolerancias alimentarias, enfermedad celíaca, intestino irritable, histaminosis… es muy muy probable que también tengas permeabilidad intestinal, y su diagnóstico no cambiará el tratamiento, ya que debe estar dirigido a tratar sus causas. Una vez tratadas, seguramente la permeabilidad intestinal se resolverá.

¿Cómo puedo tratar o curar la permeabilidad intestinal?

Como he comentado más arriba, lo más importante se trata de identificar la causa de la permeabilidad (estrés, mala dieta…) y tratarla.

  • Disbiosis – Si presentas disbiosis intestinal (SIBO, IMO…) es importante que la resuelvas primero
  • Estrés – Métodos para rebajar el estrés son la meditación, respiración diafragmática, mindfulness, pasear, tiempo en la naturaleza, vida social, reír, actividad física, pasear, correr, jardinería.. y si tienes problemas para gestionarlo busca la ayuda de un profesional.
  • Hábitos alimentarios – Seguir una dieta saludable, sin exceso de azúcares, alimentos procesados y alta en fibra, beber agua, aumentar la ingesta de alimentos probióticos (alimentos fermentados como yogures, chucrut, miso…) y prebióticos (ricos en fibras solubles como avena, psyllium, legumbres, plátanos, manzana…)…
  • Hábitos de vida – Disminuir o eliminar el hábito tabáquico y el alcohol, dormir bien…
  • Evitar ciertos componentes alimentarios – El gluten, la sal, el alcohol y ciertos aditivos (carragenanos, polisorbato-80, carboximetilcelulosa…) pueden aumentar la permeabilidad intestinal.

Por otro lado, hay ciertos suplementos que están asociados con una mejora de la permeabilidad (pregunta antes a tu médico o nutricionista), si bien serán inútiles si no centras tus esfuerzos en tratar la causa principal de tu condición. Además, dependiendo de otras condiciones que tengamos pueden ser beneficiosos …o perjudiciales:

  • Glutamina (favorece la salud de los enterocitos y de la microbiota)
  • Regaliz (estimula la secreción de mucina)
  • Aloe vera
  • Mucoprotectores (xiloglucano)
  • Cúrcuma/curcumina
  • Pectina
  • Quercetina (en cebolla o manzana. Estabilizando los mastocitos previniendo la liberación de histamina, y favorece el sellado entre enterocitos)
  • Zinc (favorece el sellado entre enterocitos)
  • Aceite de orégano y berberina (para tratar la disbiosis)
  • Vitamina A
  • Kudzu
  • Vitamina D

EN RESUMEN...

  • La permeabilidad intestinal se caracteriza por un aumento en el paso de sustancias no deseables a través de las células del intestino
  • Está asociada a otras patologías digestivas como la celiaquía, intolerancias alimentarias, la enfermedad inflamatoria intestinal o el síndrome de intestino irritable, pero también a extradigestivas como la diabetes o el TDAH.
  • El diagnóstico principal se realiza midiendo la distinta concentración de dos azúcares (lactulosa y manitol) en orina
  • El tratamiento debe centrarse en tratar su causa principal, siendo las más habituales la presencia de disbiosis intestinal, el estrés, una dieta de poca calidad o la presencia de otras patologías digestivas.
  • Además de tratar la causa principal, ciertos suplementos pueden ayudar como son la glutamina, la quercetina, el zinc, el xiloglucano, la vitamina D o antibióticos naturales que traten una posible disbiosis (aceite de orégano y berberina).

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